Cooperativa Landare: un hogar de soberanía alimentaria vasca, donde se cultivan las relaciones de comunidad

 «Lo que hacemos es más que necesario, hoy es una obligación, con nuestro territorio y el planeta», nos dice con mucha intención -sin parar su trabajo- una de las socias cooperadas mientras ordena unas cajas de verduras. En Oiartzun, vimos como un centenar de cooperantes impulsa día a día un modelo de vida basado en la soberanía alimentaria y el trabajo colectivo. Desde la tienda cooperativa Labore Oarso, gestionada como un verdadero hogar común.

Con 400 familias en el 2017, casi diez años después cobran mucha más fuerza triplicando las familias cooperantes y los productores locales. Con una oferta diversa, más de 1.600 productos, de alimentos saludables y de proximidad, la cooperativa promueve una economía local justa, cuida el medio ambiente y fomenta el uso cotidiano del euskera. En palabras de sus integrantes, su labor “no es solo importante: es una obligación con la tierra y con quienes la habitan”. La cooperativa Labore nació en Oiartzun como una iniciativa ciudadana para fortalecer la soberanía alimentaria y el consumo responsable. Un grupo de personas comprometidas decidió crear un espacio propio, gestionado colectivamente, donde producir y consumir fuera un acto coherente con sus valores. Así surgió Labore Oarso, una tienda cooperativa que funciona como el hogar común de más de un centenar de socias y socios. Su objetivo es claro: promover una economía local justa, basada en productos de kilómetro cero, de temporada y cultivados con respeto al medio ambiente. Las personas cooperantes participan activamente en tareas colaborativas, fortaleciendo la comunidad y la autogestión. Labore impulsa un modelo de consumo sostenible que prioriza la salud, el bienestar y la conexión con la tierra. Además, lo hace desde el euskera y en euskera, como parte esencial de su identidad. En poco tiempo, se ha consolidado como un referente de cambio cultural y ecológico en su territorio.


 

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